jueves, 19 de abril de 2012

SACRIFICIO INUTIL POR DESCONOCER EL ARTE DEL ENGAÑO Y DEJARSE LLEVAR POR LAS APARIENCIAS


Las  fuerzas del orden fueron enviadas a un  sacrificio inútil, por una  cuestión elemental: nuestros estrategas desconocen sobre el arte del engaño y se dejaron llevar por las apariencias ..

En la entrevista realizada por la prensa , en plena selva del VRAE,  al Camarada “Gabriel” ( Marco Antonio QUISPE PALOMINO), éste dejó entrever que el objetivo militar no era el secuestro, sino atraer a la “reacción” ( las fuerzas del orden) para luego aniquilarlos y confiscar sus armas .

Si ese había sido el objetivo militar, entonces, las fuerzas del orden fueron enviadas tras un sacrificio inútil, por una  cuestión elemental: el desconocimiento de estrategia y táctica basadas en el arte del engaño y de la apariencia.

Todo esto está ampliamente desarrollado en el Arte de la Guerra de Sun Tzu.  Es increíble que los generales a cargo de la lucha en el VRAE o los que fungen de “estrategas” desconozcan  que nunca debemos dejarnos llevar por las apariencias  y que cuando veamos a alguien que va  detrás de un objetivo ostensible, debemos  intentar  ver  ¿cuál puede ser el propósito real? ; es decir,  el blanco o  la intención que lo lleva hacia dicho objetivo; que toda la guerra se basa en el engaño ( se debe  ofrecer al enemigo una carnada para engañarlo , fingir desorden para luego golpearlo , enfurecerlo o confundir al general enemigo, fingir  inferioridad y estimular su arrogancia, mantenlo bajo tensión y desgastarlo, atacarlo cuando no se encuentra  preparado, realizar muchas evaluaciones preliminares  y bien hechas antes de comenzar una lucha)

Todo esto es el arte del engaño  ; además, uno se debe mover sólo cuando realmente se va obtener una ventaja.

Lo que ha aplicado el Camarada “Gabriel” son principios del arte de la guerra y las fuerzas del orden que iban detrás de él, cometieron gruesos errores estratégicos y tácticos, dándoles un triunfo gratuito al enemigo terrorista . Y, todo porque  nuestros generales no revisaron el libro mencionado, considerado el ensayo  más antiguo que se conoce acerca del tema de la guerra.

No ha sido superado en perspicacia, alcance ni profundidad. Es considerado esencia de la sabiduría acerca de la conducción de la guerra.

Sun Tzu vivió por los años 770 a 476 antes de nuestra era, en el reino de Ch’ i , en la época mítica de los primeros tiempos de China. En 1972 se descubrió en Yinqueshan, una tumba de la dinastía Han en el oeste Chino ,  en la cual hallaron tabletas de bambú con una copia del Bing Fa. 

En 1978, al excavar otra tumba de la misma dinastía en la provincia de Qinghai, en el occidente de China , el hallazgo de tabillas similares corroboró la amplia difusión que tuvieron los textos de Sun Tzu en la antigüedad : “Todos se referían a los 13 capítulos de Sun Tzu cuando hablan de la maestría de la milicia”.

 Sun Tzu fue introducido al Occidente por una traducción sumaria y deficiente hecha por un misionero francés , el abate Amiot, poco antes de la Revolución Francesa.

El libro trata de enseñar el  arte de la guerra considerado de vital importancia para el Estado  que demanda estudio y análisis.

 El arte de la guerra ha tenido una gran influencia en toda la historia china y en el pensamiento militar japonés. Es la fuente del origen de las teorías estratégicas de Mao Tsetung   y de la doctrina táctica de los ejércitos chinos.

 Es una lectura obligada para aquellos que esperan entender la estrategia de esos países hoy en dìa ( China y Japón).

La máxima con la que comienza el clàsico Sun Tzu es la clave de su filosofìa: “ El  arte de la guerra es de vital importancia para el Estado... por consiguiente, se trata de un asunto que no podemos tratar ligeramente”.

Sun Tzu pensó que el estratega experto deberìa ser hàbil para someter al enemigo sin combatirlo, tomar sus ciudades sin cercarlas y sitiarlas y derribar su Estado sin ensangrentar espadas( es lo que se conoce como  Vencer Sin Luchar, principio aplicado en la captura del líder senderista, Abimael Guzmán el 12 de setiembre de 1992). 

Tambièn,  este estratega sabìa que una guerra compromete grandes intereses y es mucho màs que una simple colisiòn de hombres armados.

 Advirtiò a los reyes y generales para que no empeñen su confianza exclusivamente en el poderìo militar sino que existen elementos màs importantes como son:  elementos morales, intelectuales y circunstanciales de la guerra.

 Sun Tzu no concibió la guerra en términos de matanza y destrucción. Tomar todo intacto o tan entero como sea posible fue el objetivo puntual de su estrategia. Sabía  que un planeamiento  cuidadoso, basado en una buena y exacta informaciòn acerca del enemigo podìa contribuir a una decisiòn militar ràpida.  Vio el  efecto de la guerra en la economìa y fue, indudablemente , el primero en observar que la subida de los precios es un compañero inseparable e inevitables de las operaciones militares.

Basado en estas ùltimas observaciones( las cualidades morales, emocionales e intelectuales que debe caracterizar a un buen militar), James Clavell , autor del libro El Arte de la Guerra,  escribiò:“ Espero sinceramente que ustedes gocen leyendo este libro. Me gustaría hacerlo estudio obligatorio para todos los oficiales y soldados en servicio activo, para todos los políticos, gente del gobierno, en las universidades del mundo libre. Si yo fuera comandante haría dictar una ley en virtud de la cual todos los oficiales, especialmente los generales, debieran rendir todos los años un examen oral y escrito sobre estos 13 capítulos . La nota para aprobar tendría que ser 95 por ciento, Cualquier general que no alcance esta calificación sería automática y sumariamente destituido sin apelación y los otros oficiales automáticamente descendidos”.    

Dentro de la visiòn de Sun Tzu  el ejército era considerado un instrumento que le daba el golpe de gracia a un enemigo que previamente ha sido hecho vulnerable. Antes del golpe, debe haber una variedad de actividades subversivas y clandestinas para colocar al enemigo en desventajas. 

Entre éstas están: propalar rumores e informaciones falsas para confundir, subvertir y finalmente corromper a los oficiales, mientras otros espías exacerban la desunión interna y fomentan quinta columnas.

Deben diseñarse planes victoriosos para desmoralizar al enemigo.

Considera que el conflicto armado no es una aberración transitoria sino un acto consciente y recurrente y por ellos susceptible de un análisis racional.

 La victoria segùn Sun Tzu se debe alcanzar en el menor tiempo posible, con el mínimo costo en vidas y esfuerzo y causándole el menor número posible de bajas al enemigo.

 La fuerza armada es el àrbitro ùltimo de los conflictos entre los Estados.  Antes debe existir los factores morales, mentales y circunstanciales.

 Finalmente, no se tomó en cuenta un principio del arte de la guerra : “ Si usted conoce al enemigo y se conoce a sí mismo, no tiene por qué temer el resultado de un centenar de batallas”.  


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