En estos últimos días se ha
desatado una campaña mediática promovida
por los grupos supuestamente defensores de los derechos humanos en la personas
de las ONGs Aprodeh y voceros de las mismas que con la ayuda de medios de
comunicación radial televisivo y escrito , sostuvieron primeramente que la Sentencia
Villa Stein emitida en el Caso Barrios Altos estaba generando Impunidad, así
como daba libertad a los supuestos asesinos de ciudadanos inocentes de Barrios Altos
y La Cantuta, sobre ellos en los procesos judiciales agentes de inteligencia
infiltrados a Sendero Luminoso han sostenido que los de Barrios Altos eran Delincuentes
Terroristas, indudablemente allí también murió un niño, claro eso no justifica
su muerte pero inexplicablemente el Ministerio Público no investigó.
De otro
lado los de La Cantuta pese a que un catedrático de la casa de estudios los
sindicó como tales, llama la atención, poderosamente que esos hayan sido santificados
como unos angelitos tan solo para condenar a Fujimori, cosa que me parece una
aberración jurídica porque se le condenó por aproximación de los hechos al
delito de Lesa Humanidad claro y ¿saben porque? Por qué el tipo penal de lesa humanidad no está
considerado en el Código Penal vigente; es decir; que el delito de lesa
humanidad no figura en ningún artículo del Código Penal.
Esta sentencia era una
sentencia bastante dura y el tema de fondo era que la estrategia caviar perdía el
negocio del siglo, éste se caía y había que moverse con sus socios de la CIDH y
por supuesto de los infiltrados en el Ministerio de Justicia de todos los
peruanos, los mismos que fuimos testigos del bochornoso incidente bananero de
este Estado Corsario.
Pero más allá de esas
disquisiciones jurídicas la condena de Fujimori es una condena a la Fuerza Armada
ya que eso era necesario para que la estrategia de sacar provecho de las
condenas por supuestos delitos de lesa humanidad para sacarle jugosas reparaciones al Estado no fuera
posible. La jugada, el negocio perfecto y lo lamentable que sin darse cuenta
muchos de los simpatizantes a estas posiciones financiados por estas ONGs
defensoras “supuestamente de los Derechos Humanos” han financiados seminarios maestrías
a operadores judiciales para alinearlos con este pensamiento y los mismo que en gratitud violando el
debido proceso mantengan interminables procesos y violando el principio de
legalidad se les pretenda sumar también en
este negocios propio que afecta al Estado a su prestigio y por supuesto al concepto
de haber ganado esta guerra interna a un costo muy bajo en pérdidas de vidas humanas
y económicas para el Estado el mismo que sirve de ejemplo para el mundo
En esta campaña también hemos visto contados
miembros de la policía que han certificado de santidad a estas supuestas víctimas
exculpándolas de toda responsabilidad, peor aún, militar que caía en estas investigaciones
iniciales de cualquier tipo, fueron víctimas de la miseria humana, imaginamos por venganza, eso es lo más
doloroso para quienes hemos cultivado la lealtad como una condición esencial
del combatiente y del defensor del Estado, y sin darse cuenta que detrás de su
estupidez, se estaba condenando a Soldados que no tienen nada que ver con sus odios, venganza y por el contrario les
dieron a sus tradicionales enemigos la oportunidad de utilizar estos falaces
argumentos para que sus condenas que en muchos casos genera un dolor propio y
de toda su familia, los perseguirá hasta el fin de sus días.
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